Parques Industriales

Parque Industrial La Cantábrica


 
 
A MODO DE SIMPLE RESEÑA
 
Por: Fernando Javier Marcos.
 

En el año 1994, la Unión Industrial del Oeste (UIO), durante la presidencia de Néstor Errandonea, comienza a diseñar el que sería uno de los proyectos emblemáticos para el futuro desarrollo de parques industriales en nuestro País: "El Parque Industrial la Cantábrica".
 
 
Sobre la base de la ex fábrica metalúrgica "La Cantábrica", que había cerrado sus puertas en el año 1992,  se fijó un objetivo recuperar el predio que había ocupado dicha compañía, pero bajo la forma de un "parque industrial pyme".


Corría el año 1996, y  a partir de intensas  gestiones realizadas por los industriales integrantes de la UIO,   la Provincia de Buenos Aires adquiere tierras e instalaciones existentes de la citada fábrica, a la quiebra de "LA CANTABRICA S.A.”


Como consecuencia de tan fundamental hecho,  en el año 1997  la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires  sanciona la ley 11.949,  mediante la cual, se crea el EPIBAM (Ente de Promoción Industrial Buenos Aires-Morón), con el objeto de radicar establecimientos industriales y productivos en general, dentro de los límites del así llamado por la norma: Parque Industrial EPIBAM ("Parque Industrial La Cantábrica).


La Administración del Ente –desde ese entonces— se encuentra  cargo de un Directorio integrado por un representante de la Provincia de Buenos Aires con rango de Subsecretario, designado por el Poder Ejecutivo, quien ejercerá la presidencia; el Intendente del Partido de Morón y el Presidente de la Unión Industrial del Oeste, en representación de esa entidad empresaria.


En la actualidad, este parque es un modelo a seguir por todos los de su tipo, especialmente por los elevados niveles de calidad desarrollados en su desarrollo y gestión.


Desde sus inicios,  he participado como asesor legal de la Unión Industrial del Oeste,  y  posteriormente,  como integrante del Consejo de Administración del EPIBAM en representación de la citada cámara industrial;  lo que nos ha  permitido adquirir  una basta experiencia en la materia  y el placer de haber participado ­–y de seguir haciéndolo— en uno de los proyectos industriales más creativos e interesantes que se han dado  en la historia de la actividad industrial de la República Argentina.
 
 
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